Desde la entrada en vigor de la Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994, el incremento anual del precio del alquiler de viviendas está regulado. Dicha ley no especifica el índice que debe utilizarse para actualizar la renta, sin embargo, el más utilizado en nuestro país es el famoso IPC (Índice de Precios al Consumo). Sin embargo, debido a la enorme subida del IPC experimentada desde finales del año 2021 y que se ha mantenido durante lo que llevamos de 2022, el gobierno ha limitado temporalmente estos incrementos estableciendo un tope en el 2% anual. Este tope ha entrado en vigor el pasado mes de abril a través del Real Decreto-ley 6/2022 el cual se extiende hasta el próximo 31 de diciembre de 2022.

¿Qué contratos están afectados por el límite de la subida de alquileres?  

El límite de la actualización de la cuota de alquiler afecta a los contratos de arrendamiento de vivienda celebrados a partir de la aprobación de la Ley de Arrendamientos Urbanos 29/1994, es decir, a los contratos de alquiler de vivienda firmados desde el 1 de enero de 1995 en adelante.

Para los anteriores a la aprobación y entrada en vigor de dicha ley, es decir, los contratos de arrendamiento de vivienda de renta antigua, no están afectados por la regulación ya que no se encuentran citados en el Real Decreto-ley 6/2022.

La limitación de la actualización de la renta no afecta a los contratos de arrendamiento de locales de negocio, los cuales podrán seguir actualizando la renta según tengan pactado en el contrato de arrendamiento vigente.

¿Cuál es el límite al que puede subir el alquiler? 

El índice máximo que el arrendador puede aplicar a la renta para actualizarla anualmente es del 2%, ya se trate de arrendadores que dispongan de un elevado número de viviendas o de arrendadores que únicamente dispongan de una vivienda en alquiler.

 ¿Durante cuánto tiempo está limitada la subida del IPC a los alquileres destinados a la vivienda?

Por ahora, el Real Decreto-ley 6/2022 ha establecido que el límite de la subida en las cuotas de los contratos de arrendamiento de vivienda que tengan que actualizarse permanecerá hasta el  próximo 31 de diciembre de 2022. No obstante, se espera que si la situación de inflación tan elevada que estamos viviendo se mantiene, esta medida se pueda prorrogar hasta que la situación económica sea más favorable.